Enterrada 300 metros debajo de la montaña de Naica en el Desierto de Chihuahua, la cueva de los cristales gigantes fue descubierta por dos mineros que excavaban un túnel nuevo. La cueva contiene algunos de los cristales naturales más grandes rara vez encontrados; el yeso translúcido llega a medir hasta 11 metros de largo y pesar hasta 55 toneladas.
Los cristales se crearon porque fueron sumergidos en agua rica en minerales con un rango de temperatura muy estrecho, -cerca de 58 grados centígrados. En esta temperatura el mineral anhidrita, la cual era abundante en el agua, se disolvió en yeso, que durante millones de años fueron formando estos impresionantes cristales en la cueva de Naica.
No hay otro lugar en el planeta en donde el mundo mineral se revele con tal belleza, la llamada capilla sixtina de los cristales es un caso único y que por sus peculiares características de formación hacen de esta cueva un lugar increíblemente bello.
Los cristales se crearon porque fueron sumergidos en agua rica en minerales con un rango de temperatura muy estrecho, -cerca de 58 grados centígrados. En esta temperatura el mineral anhidrita, la cual era abundante en el agua, se disolvió en yeso, que durante millones de años fueron formando estos impresionantes cristales en la cueva de Naica.
No hay otro lugar en el planeta en donde el mundo mineral se revele con tal belleza, la llamada capilla sixtina de los cristales es un caso único y que por sus peculiares características de formación hacen de esta cueva un lugar increíblemente bello.
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